VIAJAR EN FAMILIA

Todos sabemos que la decisión de ser madre o padre implica un cambio de ruta en nuestra forma de vida. La llegada de los hijos modifica desde el primer momento nuestro día a día y las decisiones que tomamos en función de sus necesidades. Viajar en familia no está exento de ello.

Sin embargo, el truco está en la planificación. A continuación, encontraréis algunos trucos para que viajar en familia se convierta en todo un éxito.

BUSCAR UN DESTINO ADAPTADO A NUESTRA SITUACIÓN

Cuando viajamos solos, en pareja o con amigos, encontrar un destino que cumpla con nuestro objetivo y nuestras expectativas suele ser más fácil. Se tratará de poner sobre la mesa nuestros gustos, escoger lo que nos atrae en común y localizar un lugar donde podamos disfrutar de ello.

La cosa cambia cuando entran en juego los niños. Deberemos tener en cuenta lo que para ellos es atractivo. Escoger un destino que pueda cumplir con este requisito y que además pueda resultar atractivo para los mayores.

Los beneficios de viajar en familia son muchos, sobre todo para los pequeños. Visitar nuevos lugares es una magnífica forma de adquirir nuevos conocimientos y de fomentar la tolerancia y el respeto a otras culturas, entre otros. Además, siempre nos deja una historia que compartir. ¿Qué puede haber más interesante para un niño?

Dependiendo de su edad, pueden participar en el momento de escoger el destino. Si todavía son pequeños para ello, mostrarles en un mapa el lugar elegido y animarles a buscar información al respecto activará la motivación hacia el viaje.

Localizar el destino en familia puede ser muy motivador para los niños

Algunos factores a tener en cuenta para elegir el mejor destino serán la edad de los niños, el presupuesto, la distancia o la estación del año en la que vamos a viajar.

ESTABLECER UN PRESUPUESTO

Por orden, el segundo punto más importante: de cuanto dinero disponemos. El presupuesto marcará muchos de los aspectos de nuestro viaje. Escoger un viaje nacional o internacional, el tipo de transporte óptimo según la distancia hasta el destino o el tipo de alojamiento según nuestras necesidades.

Todos los aspectos suman: el valor económico de nuestro viaje será distinto según si escogemos un destino de playa con algún atractivo muy reconocido en plena temporada alta o si escogemos un destino más “virgen” turísticamente hablando y viajamos en temporada baja.

Este aspecto merece la pena estudiarlo bien, para asegurarnos de que podremos disfrutar de nuestro viaje sin frustrarnos por no poder cumplir con aquello planeado.

INTENTAR QUE EL TRAYECTO SEA LO MÁS CORTO POSIBLE

Una de las partes más complicadas de viajar en familia es el trayecto hasta el destino, el de ida y el de vuelta. En el momento de decidir en qué modo de transporte viajaremos, debemos tener en cuenta algunas premisas para planificar un trayecto lo más sencillo y corto posible.

Si viajamos en avión, deberemos evitar los trayectos con escalas. Movernos en un modo de transporte en el que previo al viaje tenemos un buen rato de espera en la terminal ya será toda una aventura a partir del momento en que entremos en el aeropuerto. Si podemos evitar hacerlo dos veces por trayecto, mucho mejor.

Viajar en tren siempre ha sido motivador para los niños. Si el destino lo permite, ésta puede ser una buena opción. Si además reservamos asientos de ventanilla para ellos y nos hacemos con un puesto con mesa, el viaje puede ser de lo más entretenido.

El tren puede ser una buena opción para viajar en familia

En el caso en que decidamos viajar con nuestro propio vehículo, deberemos establecer ratos de descanso adaptados a las necesidades de los más pequeños.

Esto modificará el tiempo total en alcanzar el destino, pero el viaje será más entretenido para ellos si rompemos la monotonía de un viaje largo con alguna parada para comer algo, descansar y recargar energías.

ESCOGER EL ALOJAMIENTO

La elección del lugar donde vamos a pasar nuestros ratos de descanso dependerá del presupuesto, sí, pero también de otros aspectos.

Influirán en esta decisión el tipo de viaje que estemos planeando y el número de personas que viajarán y habrá que tener en cuenta las necesidades que surgen entorno a los niños.

Si nos escapamos de fin de semana cultural y viajamos con varios niños pequeños, probablemente la necesidad será la de encontrar un alojamiento que disponga de habitaciones amplias donde, además de las cunas o camas y el equipaje, haya espacio para que puedan moverse. De hecho, este será un aspecto a tener en cuenta en muchos casos.

Si estamos pensando en pasar nuestras vacaciones en un entorno natural, como podría ser el Parque Natural del Delta del Ebro, lo mejor sería escoger un alojamiento que estuviera integrado en el mismo parque.

Dentro de este entorno, estaría bien que fuera un alojamiento basado en la gestión ecológica del mismo (esto siempre, sea cual sea el entorno),  que nos pueda ofrecer productos autóctonos, de calidad y de temporada ya sea en el desayuno o si hacemos uso de su restaurante y que integre algún punto de entretenimiento para los niños (piscina, sala de juegos, animación infantil, alquiler de bicicletas, …).

Otro aspecto a tener en cuenta en el momento de escoger el alojamiento es la distancia a la que se encuentra de los lugares que nosotros nos marcamos como puntos de interés (para ver un un ítem muy conocido de la zona o para realizar una actividad que previamente hemos reservado).

También es importante conocer qué posibilidades existen si nos vamos a mover en transporte público. Sin duda, una vez alcanzado el destino, el transporte público suele ser la mejor elección para movernos por un destino. Además de resultar más económico, a fin de cuentas, contribuimos a reducir el impacto ecológico de nuestro viaje.

SIMPLIFICAR EL EQUIPAJE

El equipaje que debemos preparar en el momento de viajar en familia debe incluir estrictamente lo imprescindible. Seguramente, lo que consideramos imprescindible será mucho más de lo que teníamos en mente.

Si viajamos con un bebé, olvidémonos de llevar cuna. Los alojamientos disponen de ellas para facilitar la estancia a sus clientes, sólo es necesario comentarlo en el momento de reservar para que lo tengan en cuenta.

Del mismo modo, es necesario escoger entre carrito o mochila, dependiendo de la edad del niño y del tipo de viaje que hayamos elegido.

No sirve de nada llevar un carrito si el objetivo de viaje es hacer rutas de senderismo sencillas. Será mejor llevar una buena mochila que sea confortable para el niño y para quien lo lleve.

Llevar el equipaje imprescindible simplificará los aspectos más complicados del viaje

Si los niños no son ya tan niños y preparan su propia maleta, es importante darles algunas recomendaciones sobre el tipo de ropa y calzado que necesitarán teniendo en cuenta las actividades planificadas.

En cuanto a los extras, deben entender que el espacio del que disponen es el de una maleta adecuada a su edad y que ellos mismos serán quienes las lleven, con lo que deberán establecer prioridades y cargar con lo mínimo que ellos consideren que van a necesitar.  

Un único neceser con lo necesario será suficiente para toda la familia. Es recomendable llevar un pequeño botiquín que incluya medicamento básico por si alguien en la familia tuviera fiebre o malestar en un momento determinado.

Nuestra recomendación antes de hacer la maleta: hacer una lista con lo que creemos imprescindible, visualizar en la mente cuanto espacio nos va a ocupar y cuantas maletas necesitaremos.

Si el resultado es que el equipaje es demasiado, podemos repasar la lista y eliminar lo que es prescindible de esa lista, seguro que habrá algo que parece necesario y en realidad no lo es o se puede suplir fácilmente.

ADAPTAR EL RITMO DEL VIAJE

No es lo mismo viajar solo, en pareja o amigos que viajar en familia. No podemos pretender tener jornadas llenas de actividades y con ratos de descanso relativo y no morir en el intento. Las jornadas deben estar mínimamente planificadas y hay que dejar ratos para la improvisación.

Por ejemplo, podemos pensar en una jornada de playa y actividades acuáticas, pero debemos tener en cuenta que vamos con niños. Seguramente tardaremos más tiempo en llegar al lugar donde vamos a disfrutar de este día, así que, si reservamos una actividad acuática, mejor no hacerlo para las 9h de la mañana, quizá las 10h sea mejor. De este modo nos aseguramos de llegar puntuales a la hora acordada sin estresarnos por ello.

Dejar espacio para el ocio improvisado motivará a los más pequeños

No es recomendable reservar más de dos actividades para el mismo día. Si lo planeamos bien, una actividad por la mañana y una actividad por la tarde como máximo, tendremos tiempo de descansar entre una y otra, nos podremos permitir comer con tranquilidad y no nos estresaremos.

Hay que tener en cuenta los gustos de los niños en lo referente a las actividades e intentar localizar en el destino aquellas que puedan ser más motivadoras para ellos.

Si algo suele ser necesario en los niños es el contacto con otros niños. Pronto o tarde querrán socializar, como es normal, así que tener en cuenta esta necesidad y localizar entornos y actividades en las que conectar con otros niños puede ser muy gratificante para ellos.

Puede ser interesante dejar alguno de los días para improvisar, sin actividades reservadas. Esto nos permitirá explorar el destino que hemos elegido: pasear por el lugar, conocer el entorno, interesarse por la cultura y las tradiciones locales, disfrutar de su cocina tradicional … Es la mejor forma de integrarse con el destino escogido para pasar nuestros esperados días de vacaciones.

SERÁ UN VIAJE DIFERENTE

Desde el momento en que comenzamos a pensar en viajar en familia, debemos tener presente que será un viaje diferente, sobre todo si es el primero.

Las expectativas que nos hagamos del viaje no pueden ser las mismas una vez empezamos a viajar en familia. Es importante tener este punto claro, de lo contrario seguro que llegamos a algún momento de frustración y no es lo que estamos buscando para nuestras vacaciones.

Disfrutar de viajar en familia debe ser el objetivo principal

Todo será más lento: necesitaremos más tiempo para prepararnos, más tiempo para trasladarnos, más tiempo de descanso, más tiempo para comer, …

Ser conscientes de ello nos permitirá disfrutar del viaje. Lo importante es generar buenos momentos en familia. Porque, al final, lo que nos queda del viaje es el recuerdo que tenemos de él y de todo lo que hemos conocido y vivido, por tanto, merece la pena que este recuerdo sea el mejor.

HACERLO POSIBLE CON NJOY

Esperamos que estas recomendaciones puedan ser de utilidad para aquellos que estáis pensando en viajar en familia y os animamos a hacerlo en Cataluña, una de las regiones a nivel nacional con más propuestas de ocio familiar.

En los siguientes enlaces encontraréis propuestas de escapadas y actividades para disfrutar en familia.

Seguimos ampliando nuestro catálogo con nuevas opciones de ocio familiar, mientras tanto, nos ponemos a vuestro servicio para confeccionar un viaje a vuestra medida, según vuestros gustos y necesidades.

Os animamos a visitar nuestra web y a registraros para estar al día de todas nuestras ofertas y novedades. Os podéis convertir en njoyers reservando nuestras actividades y escapadas, de este modo os beneficiaréis de descuentos en las siguientes compras y de otras ventajas que os iremos descubriendo poco a poco.

Además, estaréis colaborando con nuestro compromiso NJOY: un viajero, un árbol, porque viajar también implica cuidar de nuestro planeta.

 ¡NJOY!