GASTRONOMÍA Y VINO EN CATALUÑA

Entre los múltiples encantos que ofrece Cataluña, podemos destacar sin lugar a duda su cultura gastronómica y su tradición vinícola, La gastronomía y vino en Cataluña representan un icono del territorio y son muchos los viajeros que nos visitan con el fin de disfrutarlo.

Desde su orígen neolítico, la introducción de diferentes alimentos a la dieta local, como cereales, legumbres, pescado y carnes de cordero, cabra y cerdo, así como el descubrimiento progresivo de distintas técnicas culinarias, constituyeron los primeros pasos de la gastronomía catalana, tal como la conocemos hoy en día.

Como ejemplo, se encontraron evidencias de que algunos poblados localizados en la actual comarca del Baix Llobregat, como Begues, ya elaboraban su propia cerveza artesanal entre 3.800 y 3.500 AC.

PILARES HISTÓRICOS DE LA COCINA Y LOS VINOS CATALANES

Si bien es cierto que la gastronomía y el vino en Cataluña tienen orígenes históricos muy lejanos, cabe remarcar que ambas se han ido forjando a lo largo de los siglos.

La introducción de alimentos y técnicas culinarias nuevas ha sido consecuencia de los diferentes pueblos y culturas que convivieron en el territorio catalán.

Los Íberos y los Fenicios trajeron con ellos el aceite de oliva, el jamón y la técnica necesaria para poder elaborar el vino, entre otros. La llegada de los Griegos y de los Romanos fue toda una revolución para la gastronomía catalana: la introducción de utensilios de cocina, como las ollas o los cubiertos, además de varias técnicas de cocinado nuevas, como el escabeche y la cocina al vapor.

Todos ellos, amantes de las frutas, del vino y del buen comer, fueron decisivos en la adopción de la dieta mediterránea por los catalanes.

Aceite de oliva DOP Terra Alta

A lo largo de los  siglos se incorporaron otras influencias culinarias provenientes de las culturas árabes y judías. Se empezaron a utilizar especias como el jengibre o el azafrán y a incorporar frutos secos en varios platos.

Sin embargo, uno de los cambios más importante vendría de la mano de la introducción de platos con sabores dulces y salados, toda una novedad de la época, herencia de la gastronomía árabe. Una mezcla que seguimos encontrando hoy en día en numerosos platos típicos catalanes, como las espinacas a la catalana (con piñones y pasas).

EL PRIMER LIBRO DE COCINA CATALANA

El llibre de Sent Sovi, cuyos orígenes se remontan al 1324, está considerado como el primer libro recetario de la cocina catalana. Escrito en catalán por un autor anónimo, reúne multitud de recetas de la cocina medieval catalana, dirigida a las familias más nobles de la época. En él se destaca la utilización de numerosos  ingredientes que no estaban al alcance de todo el mundo en aquellos tiempos.

Dada su importancia cultural y gastronómica, este libro  fue reeditado múltiples veces en formatos comentados por distintos autores. Representa una fuente histórica clave en el conocimiento de la cocina medieval y de sus sabores en Europa. Sabores que se pueden disfrutar  todavía hoy en día en la gastronomía catalana.

Entre la cocina tradicional catalana, encontramos platos emblemáticos para todos los gustos. Como ejemplo, los cargols a la llauna, el trinxat de la Cerdanya o la escudella, de las regiones interiores y la esqueixada, el arroç negre o la paella marinera del Delta del Ebro de las regiones cercanas al mar. Mención especial merecen els calçots o  la crema catalana, que representan platos icónicos de la gastronomía de Cataluña.

El tradicional calçot de Valls, cocinado directamente sobre la llama del fuego

LA EVOLUCIÓN DE LA GASTRONOMIA EN CATALUÑA

Sabedores de que Cataluña mantiene una fuerte tradición gastronómica, es destacable la evolución de la gastronomía catalana, que parte de esta tradición.

La diversidad de entornos que encontramos en este territorio nos ofrece también una gran diversidad de productos con los que elaborar platos de gran calidad. De norte a sur y de este a oeste, podemos elaborar recetas con el producto KM0 que encontramos en cada comarca. Éstos forman parte de la identidad de cada una de ellas y sus recetas evolucionan a partir de la tradición del lugar. Pescados, mariscos, frutas, verduras, hortalizas y carnes que han obtenido en algunos casos reconocimiento internacional.

A partir de estos productos, han sido muchos los cocineros catalanes los que han añadido valor a nuestra gastronomía. Los hermanos Roca, Ferran Adrià o Carme Ruscalleda son grandes divulgadores de ella, seguidos por una estela de grandes restauradores que han continuado sus pasos.

Motivados por su profesión, transmiten sus raíces a través de su cocina, ofreciéndonos una gastronomía de mucha calidad a partir de producto de territorio y de temporada, beneficiando al productor local y enfocados a la sostenibilidad.

La evidencia de la gran calidad gastronómica existente en esta región nos la ofrece la prestigiosa guía roja. Con un total de 52 establecimientos repartidos en el territorio catalán que ostentan 65 estrellas en total. Además, existe una amplia oferta de restaurantes sin el galardón de la estrella que, con otras menciones o sin ellas, sin duda merece mención especial.  

Receta elaborada por el chef Fran López, galardonado con dos estrellas michelin, por sus restaurantes Villa Retiro (Xerta, Tarragona) y Xerta Restaurant (Barcelona)

EL MOVIMIENTO SLOW FOOD

La gastronomía catalana es uno de los sellos de identidad más mimados en el territorio, desde el Delta del Ebro a los Pirineos, pasando por la costa y hacia las tierras de poniente.

La Marca Cuina Catalana es el resultado de la voluntad de garantizar la continuidad y la tradición de la cultura gastronómica de Cataluña. Los establecimientos adheridos a la marca se caracterizan por trabajar con productos de proximidad y temporada, en algunos casos regulados con distinciones de denominación de origen o de indicación geográfica protegida.

Por otro lado, las diversas agrupaciones existentes organizan eventos para promocionar distintos ingredientes locales, como el arroz del Delta del Ebro, el aceite de la DOP Terra Alta, el caracol de Lleida o el calçot de Valls.

El movimiento Slow Food nace con el objetivo de promover el consumo de productos de temporada y proximidad. A través de él se está contribuyendo a mantener la identidad gastronómica del territorio.

LA CULTURA DEL VINO EN TERRITORIO CATALÁN

La gastronomía y el vino en Cataluña van de la mano. No podemos hablar de la cultura gastronómica en Cataluña sin hablar también de sus vinos. Doce regiones vitivinicultoras en total, once Denominaciones de Origen y una Denominación de Origen Calificada, sin duda un paraíso para los amantes del vino.

La DO Cava y la DO Penedès son algunas de las más visitadas, por estar situadas a tan sólo media hora de Barcelona, con propuestas de actividades muy interesantes alrededor de la uva.

Viñas macabeu en Subirats, DO Penedés

La DOC Priorat es una de las más reconocidas mundialmente por la calidad de sus vinos. Establecer las bases de una denominación de origen en este territorio fue la causa para evitar la despoblación del lugar, una zona muy castigada en este aspecto.

En el año 2000 llegó la concesión a este territorio del sello de Denominación de Origen Calificada, como consecuencia del reconocimiento a nivel mundial de la calidad de los vinos de la DO Priorat.

Pero existen otras tierras vinícolas que quizá no han alcanzado la fama todavía, pero que merecen sin duda ser conocidas. Es el caso de la DO Terra Alta, la DO Montsant, la DO Alella o la DO Empordà, por poner ejemplos.

REGIONES VINÍCOLAS QUE MERECEN MENCIÓN

La DO Terra Alta se caracteriza por predominar en ella la producción de vino blanco, a través de uva garnacha y macabeo.

Esta denominación de orígen nos ofrece vinos potentes, con carácter y graduación, además de los vinos brisados. Éstos, a diferencia de los vinos blancos, nacen siguiendo los procesos de elaboración del vino tinto.

Dentro del territorio que ocupa esta denominación de orígen encontramos muestras arquitectónicas de estilo modernista de gran valor. Diseñadas por arquitectos de la talla de Cèsar Martinell, destacan algunas construcciones ligadas a la historia del vino, entre ellas la Catedral del Vino de Pinell de Brai.

Bodega modernista conocida como La Catedral del Vi, de Pinell de Brai, que alberga la bodega Pagos de Híbera, de los hermanos Joaquim y Fran López.

La DO Montsant engloba varios municipios de las comarcas del Priorat y de la Ribera d´Ebre. Su diferencia de la DOC Priorat radica en el tipo de suelo. Éste le aporta características distintas a la vid, aún estando situada en el mismo territorio.

La DO Alella, la más pequeña en extensión, es la región que históricamente proporcionaba el vino que se vendía en la capital catalana, con un fuerte apogeo en la década de 1880.

A esta denominación de origen se le reconoce principalmente por la calidad de los vinos blancos, que suelen ser ligeros, perfumados y armónicos. No hay que olvidar sus vinos tintos, de carácter afrutado y suave.

La DO Empordà, localizada en el extremo nororiental de Cataluña, nos ofrece un producto singular: la Garnatxa de l´Empordà. Elaborado a partir de garnacha, es un vino dulce generoso, excepcional para maridar con postres autóctonos, junto con el Moscatell de l´Empordà. Completan la oferta vitivinícola ampurdanesa una buena variedad de vinos ecológicos, mistelas, espumosos y vinos a partir de uvas sobremaduradas.

EXPERIENCIAS DE GASTRONOMÍA Y VINO EN CATALUÑA

Después de estas notas acerca de nuestra gastronomía y vino, ¿quién no tiene ganas de conocer un poco más al respecto?

En nuestra página web encontrarás varias experiencias acerca del vino, para que puedas descubrir de primera mano los vinos catalanes y sus riquezas.

Si lo tuyo es comer no dejes de consultar nuestras propuestas gastronómicas, donde ofrecemos un abanico de actividades para acercarte a la cultura culinaria catalana.

Si disfrutas con la combinación de ambos, te animamos a descubrirlos a través de nuestras escapadas enogastronómicas, para que tu experiencia sea más completa.

Puedes visitar nuestra web y registrarte para estar al día de todas nuestras ofertas y novedades.

¡Feliz día! ¡NJOY!