TORTOSA, CAPITAL DE LA CULTURA CATALANA 2021

Al sur de la provincia de Tarragona, entre el Parc Natural dels Ports y el Parc Natural del Delta de l´Ebre y bañada por el río Ebro se encuentra la ciudad de Tortosa. Capital de la comarca del Baix Ebre, esta ciudad que cuenta con más de 2000 años de historia, conserva las huellas que muestran el paso de las distintas culturas que tanto han influido en su identidad y tradición. Este año la ciudad está de celebración ya que Tortosa es la Capital de la Cultura Catalana 2021.

Bajo el lema La cultura que vivim” se alzan multitud de propuestas con la intención de incluir la cultura en la cotidianeidad de las personas y de hacernos valer de ella para relacionarnos. A través de ocho ejes se representan cada uno de los escenarios culturales de la ciudad.

Uno de los ocho videos promocionales con motivo de la celebración en 2021
de Tortosa como Capital de la Cultura Catalana, cedido por Tortosa Cultura

Sin duda un año para descubrirla, visitarla, degustarla, disfrutarla y para enamorarte de ella. ¿Quién se anima?

LOS ORÍGENES

Como decíamos, Tortosa es una ciudad con más de 2000 años de historia. Los primeros signos de la existencia de la ciudad datan del siglo VI a.C. Se trata de un conjunto de materiales de interés arqueológico que confirma el momento a partir del cual la ciudad estuvo poblada de forma ininterrumpida.

Existe una muy alta probabilidad de que se trate de la antigua ciudad de Híbera. La que fuera capital de los ilercavones, el pueblo íbero asentado en el valle del Ebro. Y de ser así, éste sería el origen del nombre del río Ebro, como el origen del nombre de la península.  

Tortosa, Capital de la Cultura Catalana 2021

Aunque no existen hechos claros que lo confirmen, éste sería un emplazamiento que encajaría con las características urbanas de la época íbera en el tramo final del Ebro. Así, la posición entre colinas permitiría la defensa de una forma relativamente fácil y la ubicación al lado del río sería clave para el dominio del comercio y de este tramo del río.

La ubicación al lado del tramo final del Ebro y la cercanía a la desembocadura permitía establecer importantes lazos comerciales con otros pueblos mediterráneos, como los griegos y los fenicios, al tiempo que permitía trasladarse hacia el interior y promover los intercambios con otros pueblos.

DERTOSA, LA TORTOSA ROMANA

El pueblo romano también aprovechó esta situación estratégica y como no, dejó su huella bajo el nombre de Dertosa, como denominarían a la ciudad. Ocupando la colina donde actualmente se ubica el Castillo de la Zuda y las zonas adyacentes, dotaron a la ciudad de un esquema urbano. Las últimas actuaciones arqueológicas realizadas en la zona de la catedral dejan al descubierto importantes hallazgos que certificarían la importancia de Dertosa. Como ejemplo, algunas estructuras monumentales del siglo I d.C. en lo que fuera el centro religioso y económico de la ciudad, así como parte de lo que sería el antiguo foro.

En las mismas excavaciones, junto a los restos de la antigua muralla romana se ha hallado también el ábside de lo que fuera la primera iglesia visigótica, datada del s. VI d.C., momento en que está documentado la existencia del que sería el primer obispo. Los restos funerarios encontrados alrededor de la basílica y el conjunto de espacios religiosos localizados en el mismo enclave a lo largo de la historia indicaría el emplazamiento en este lugar de la primera sede episcopal de Tortosa.

LA CIUDAD DE LAS TRES CULTURAS

Así la podemos denominar ya que, durante siglos, cristianos, judíos y musulmanes convivían o, quizá más bien, coexistían en la ciudad, como consecuencia de la historia y de las diferentes conquistas.

La presencia del pueblo judío en la ciudad la hallamos en tiempos de la Dertosa romana y se mantuvo a través de los siglos. El primer testimonio de esta presencia lo encontramos en una inscripción funeraria escrita en tres lenguas, del s. VI d.C., que se puede ver expuesta en la Catedral.

La ocupación musulmana de la ciudad transcurre entre los años 713 y el 717. El pueblo musulmán se establecería en la ciudad y su presencia se extendería durante cuatro siglos. Turtûxa, como fue denominada en este período de su historia, convertida en taifa, sería uno de los principales núcleos urbanos de Cataluña. La ciudad sería dotada de una imponente mezquita de cinco naves, situada en el emplazamiento de la actual Catedral, una alcazaba, baños públicos, mercados y astilleros, donde se construían embarcaciones utilizando la madera que se extraía de las montañas de Els Ports.

Castillo de la Zuda, actual Parador de Turismo de Tortosa

De esta época cabe destacar el Castillo de la Zuda. Aunque los romanos establecieron en este mismo emplazamiento su acrópolis, fueron los musulmanes bajo el califato de Abderramán III quienes le dieron la estructura actual y lo dotarían de pozo bien profundo y de gran diámetro para abastecerse con agua del río. A su alrededor se encuentran unos pasadizos subterráneos donde se conservan los restos de un antiguo molino y dos hornos.

La conquista cristiana llegaría en el año 1148 de la mano de Ramón Berenguer IV. Ayudado por una de las familias más notables de la ciudad, los Montcada y acompañado por la orden templaria y por una flota de genoveses y pisanos como aliados, remontarían río arriba para conseguir su propósito.

Después de la conquista, la ciudad se reordenaría, concediendo terrenos y privilegios a las distintas culturas, aunque cada comunidad se establecería en una zona de la ciudad. La comunidad cristiana se establecería en la ciudad vieja, la comunidad musulmana al sur de ésta y la comunidad judía en la zona de los astilleros, al norte de la ciudad.

EL ESPLENDOR DE LA CIUDAD EN EL SIGLO XVI

En los anteriores parágrafos hemos podido comprobar que la ciudad ha sido relevante en diferentes épocas de la historia. Su situación estratégica al lado del río Ebro, ligado directamente al mar Mediterráneo le ha otorgado desde siempre un carácter multicultural y abierto a otras culturas. Ésta, ha sido causa y consecuencia de la riqueza de la ciudad a nivel cultural y económico.

En el siglo XVI, en pleno renacimiento, la ciudad vive su época de máximo esplendor, que se ve reflejada en diversos aspectos de la vida social, en la representación cultural y en la economía del momento. Tortosa llegaría a ser el centro artístico y cultural más relevante de Cataluña en el renacimiento.

Las muestras culturales de más relevancia fueron “Los Col·loquis de la Insigne Ciutat de Tortosa”, obra literaria de Cristòfor Despuig y “Els Reials Col·legis”, conjunto arquitectónico único y de más relevancia del renacimiento en Cataluña.

Tortosa celebra cada mes de Julio la “Festa del Renaixement”. Durante cuatro días la ciudad entera se trasforma en lo que fuera la ciudad en esta época de esplendor. Calles engalanadas, tiendas decoradas y tenderos vestidos como si del s. XVI se tratara. Ciudadanos que sacan su mejor atuendo y se caracterizan para la ocasión, participen o no en los distintos actos oficiales.

Una de las actuaciones itinerantes durante la Festa del Renaixement.
Imágen cedida por Tortosa Turisme

Compañías de música, danza y teatro, locales y extranjeras, venidas desde distintos lugares del mundo que amenizan estos cuatro días con multitud de escenificaciones, tanto en determinados recintos como en las mismas calles. Y gastronomía, mucha gastronomía. Opciones de todo tipo, menús representativos de la gastronomía de la época entremezclados con productos tradicionales del lugar y con productos de otras localizaciones. Sin duda, un festival de color en todos los sentidos digno de disfrutar.

TORTOSA, ESCENARIO DE CONTIENDAS BÉLICAS

A lo largo de la historia, Tortosa ha sido escenario de distintos enfrentamientos con desenlaces significativos cada uno en su localización temporal. No sólo para la ciudad en sí, sino también para territorios contiguos e incluso para el país.

Entre 1413 y 1414 tuvo lugar la Disputa de Tortosa, la contienda más significativa disputada entre judíos y cristianos durante la Edad Media española. Aunque el término que habitualmente se utiliza en los libros de historia para referirse a este hecho histórico sea “debate”, la realidad era bien distinta.  Se trataba de un adoctrinamiento cristiano del pueblo judío. Su finalidad era forzar a que las autoridades religiosas judías reconocieran sus creencias religiosas como “errores”, además de reconocer a Jesucristo como Mesías. Los rabinos estaban obligados a asistir a las misas, al igual que la población judía y los bautismos forzados aumentaban sin medida. Éste hecho histórico marcó el inicio del declive del pueblo judío en la Corona de Aragón.

El 15 de diciembre de 1810, durante la Guerra de la Independencia Española, tuvo lugar el Sitio de Tortosa, que enfrentó a las tropas españolas y aliadas con las tropas francesas en el contexto de las guerras napoleónicas. La noche del 1 de enero de 1811 y tras múltiples bombardeos que debilitarían la muralla, la ciudad firmó la rendición ante las tropas francesas. La ocupación de la ciudad por parte del pueblo francés se extendería hasta el 18 de mayo de 1814. El nombre de “Tortose” figura en las inscripciones del Arco del Triunfo de París, como una de las ciudades conquistadas.

Las primeras décadas del siglo XX parecían traer consigo el resurgimiento de la ciudad aunque la situación cambiaría con el inicio de la Guerra Civil. Tortosa quedó prácticamente derruida a causa de los bombardeos franquistas. Entre el 23 de febrero de 1937 y el 30 de diciembre de 1938, la ciudad fue víctima de ochenta bombardeos y ataques aéreos por parte de la Aviación Legionaria Italiana y la Legión Cóndor.  

Actualmente se puede visitar el refugio antiaéreo número 4, uno de los más de 20 refugios construidos para proteger a la población civil. Ernest Hemingway llegaría a la ciudad el 4 abril de 1938, procedente de Barcelona, para relatar la crónica de la defensa de este territorio ante las tropas franquistas. Su última crónica en el territorio fue el 18 de abril de 1938, escondido en un campo de cebollas a medio camino entre Tortosa y Amposta.

La ciudad sería evacuada en el mismo mes de abril. Cabe mencionar que la Batalla del Ebro fue una de las más largas y sangrientas de la Guerra Civil y con motivo de preservar la memoria histórica, se ha dedicado un espacio museístico en la ciudad de Gandesa, a escasos 30 minutos de Tortosa.

NO DEJES DE VISITAR …

La Catedral de Santa María

Su construcción se inicia en 1347 siguiendo las premisas  del estilo gótico más clásico aunque existen en su interior elementos de estilo barroco, como la capilla dedicada a Vírgen de la Cinta, patrona de la ciudad, o su fachada, que data de 1757. Cabe destacar el retablo de la Virgen de la Estrella (siglo XIV) que preside el altar mayor. 

Els Reials Col·legis

El conjunto monumental renacentista más importante de Cataluña. Formado por tres edificios, destacaríamos el Colegio de Sant Jaume y de Sant Maties, de 1564.  Es un edificio de dos pisos organizados en torno a un patio central -el único patio del Renacimiento en Cataluña-, donde destaca la rica ornamentación escultórica con alta influencia italiana.

El Museo de Tortosa

Situado en el antiguo matadero es obra modernista del arquitecto Pau Monguió. Alberga una muestra de más de 4000 piezas que en su exposición permanente, permite conocer la historia de la ciudad desde sus orígenes.

DESCUBRE TORTOSA, LA CAPITAL DE LA CULTURA CATALANA 2021

A lo largo de nuestro relato os hemos querido acercar la historia de esta ciudad, tan relevante a lo largo de sus más de 2000 años de historia y los motivos por los que Tortosa es la Capital de la Cultura Catalana 2021.

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